Álvaro Antonio Gestido Pose formaría parte de todo aquello, un hombre que con ascendencia gallega que se daría a conocer en el balompié como "El Caballero del deporte". Éste nació el 17 de mayo de 1907 en el Barrio Sur de Montevideo (Uruguay).
Durante toda su carrera representó al Club Atlético Peñarol, figurando como uno de los mejores centrocampistas de aquella época que en poco tiempo conocería la gran fama internacional de la mano del seleccionador Luis Grecco.
Álvaro cursó estudios en la Escuela Militar donde llegó a obtener el grado de Mayor y cuyo equipo de fútbol defendió jugando en la Liga Universitaria. Se decía de Gestido que era un jugador que abarcaba mucho campo, un tipo con visión de juego, un asistente de lujo y con una fuerza física descomunal.
Tras competir en una cuarta división, Álvaro conseguiría llegar al primer equipo de Peñarol, justo en aquel año 1928 en el que Uruguay obtendría la Medalla de Oro en Ámsterdam. Con el equipo de Montevideo, el centrocampista comenzaría a escribir su propia leyenda.
Muchos escritos de la época reflejan la clase de futbolista que era Álvaro Gestido, un caballero fuera y dentro de los terrenos de juego, un tipo competitivo que junto a otro oriundo gallego como Lorenzo Fernández, al que también se unió Gildeón Silva para formar una poderosa línea defensiva a la que denominaron “la cortina metálica”.
Con un equipo muy competitivo, aquel Peñarol en el que jugaban hombres como Obdulio Varela y Luis Vecino, entre otros, acabaría coronándose campeón en siete ocasiones mientras Gestido aguantó en activo.
Durante más de doce temporadas representó a ese único club al que dedicó toda su vida deportiva. Retirándose en 1944 consciente de que sus piernas ya no aguantaban más el peso de la competición.
Ya retirado, Gestido sería protagonista de un hecho insólito que quedará por siempre reflejado en la extensa historia del Peñarol, ya que llevado por el amor a sus colores, aquel "Caballero del deporte" debería vestirse de corto una vez más.
En un partido del Torneo Competencia en el que el equipo se quedaría sin recursos para la línea de medios, Aníbal Tejada -entrenador del equipo- correría en busca de Álvaro para requerir sus servicios de forma ocasional.
Gestido ni se lo pensó: “Si Peñarol me necesita… las fuerzas deportivas que me quedan son para el club de mis amores” -exclamó el centrocampista antes de ofrecer sus últimos servicios para el club de su vida.
Álvaro Gestido fue campeón olímpico con Uruguay y campeón del Mundo en 1930. |
- El legendario deportista de Barrio Sur se calzaría la camiseta de Peñarol y retornó para disputar dos partidos (ante Wanderers y Liverpool), congregando 40.000 personas en cada encuentro y ganando ambos. Por esa actitud, la Asamblea de Socios de Peñarol, por aclamación, lo designó Socio Honorario y Caballero del Deporte.
A sus magníficos servicios prestados a Peñarol hay que añadir su carrera internacional. la cual consta de 35 apariciones internacionales, en los que se coronó campeón olímpico en Ámsterdam 1928, así como el primer campeón mundial en el torneo de la Copa del Mundo de 1930, en el que Uruguay ejerció como anfitriona.
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