- Me trae grandes recuerdos este portero, a esos años en los que uno seguía jugando al fútbol y ciertos profesionales te llamaban la atención. Uno de los que más despertaron mi atención fue el "Mono" Montoya, por ser un excelente arquero y por lo excéntrico que era. Lástima que no fue tan tenido en cuenta por los distintos seleccionadores colombianos de aquella época.
Recuerdo su paso por equipos españoles como el Tenerife, Mérida o Extremadura, y con todos ellos compitió en Primera División. También fue reconocido su paso por la liga argentina, donde representó a Boca, Vélez Sarsfield o Independiente, entre otros. Además probó en otros países como Chile, Brasil y Uruguay.
Además de lo extravagante, Montoya destacaba por sus valientes acciones bajo palos, las que a veces le permitían brillar como el gran portero que era. Eso sí, alguna de aquellas locuras bajo palos solían traerle algún que otro disgusto.
Carlos Fernando Navarro Montoya nació en Medellín (Colombia), el 26 de febrero de 1966. Hijo del portero argentino Ricardo Jorge Navarro, nació en territorio colombiano porque su padre se hallaba jugando para Independiente de Medellín.
Ya retirado, su padre regresaría a Argentina, así que el "Mono" empezaría allí su carrera como futbolista, pasando a jugar para Vélez Sarsfield, con el que tendría sus primeras apariciones en la liga argentina, hasta 1986.
Habiendo debutado ya como internacional por Colombia, Montoya regresaría a su país de nacimiento para jugar en el Independiente Santa Fe, de donde regresaría a Liniers antes de ser fichado por la directiva de Boca Juniors, donde iba a jugar bajo la supervisión del técnico José Pastoriza a partir de 1988.
Montoya jugaría nada menos que 323 partidos por La Bombonera, celebrando los mayores éxitos de su carrera: el Apertura de 1992, la Supercopa Sudamericana de 1989, la Recopa de 1990 y la Copa de Oro de 1993.
En el mercado invernal de la campaña 96\97, el arquero colombiano aterrizaría en España para fichar por el modesto Extremadura de Josu Orutondo. El técnico vasco le ofrecería la titularidad el 19 de enero de 1997, en un duelo en Balaídos frente al Celta que terminaría con una victoria favorable (0-1).
A partir de entonces, se comenzarían a ver las increíbles actuaciones del "Mono", quien rápidamente se ganaría el cariño del Almendralejo, donde solamente jugaría durante media temporada, pues luego se uniría al Mérida.
Contaría con la bendición de Jorge D'Alessandro para ser indiscutible en el equipo emeritense, con el que jugaría todos los partidos de su único año por el Romano José Fouto, donde no se podría celebrar la permanencia.
El colombiano se acostumbraría a luchar por la supervivencia en la máxima categoría, ya que al año siguiente ficharía por un Tenerife en apuros. En la isla solo contaría con la confianza del argentino Carlos Aimar.
Sería Juan Carlos Unzué quien tendría más protagonismo para cubrir la meta tinerfeña, en otro año para olvidar que se iba a saldar con otro descenso, el tercero consecutivo para el bueno de Montoya. Aún con el "Tete" en Segunda División, el meta de Medellín seguiría en la isla.
Pese a tener sangre argentina, Navarro Montoya acabaría representando a Colombia. |
- Aguantaría durante un año la titularidad con el Club Deportivo Tenerife, de donde saldría sin poder celebrar el retorno a Primera una vez iniciado el nuevo milenio. Entonces se iría a Chile para jugar en el Deportes Concepción.
Aún tendría mucho por jugar, pasando por Chacarita Juniors, Independiente, Gimnasia y Esgrima, el Atlético Paranaense brasileño, Nueva Chicago y Olimpo. Haría sus últimas paradas para el Tacuarembó uruguayo.
Bien podría haber representado a Argentina, pero fue la selección colombiana la que pudo contar con los servicios de Navarro Montoya, aunque fuera por poco tiempo. Y es que solamente pudo intervenir en tres partidos con los "cafeteros". Un desafortunado comentario suyo le impediría seguir jugando para la selección.
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