- Otra inolvidable leyenda del Atlético de Madrid, muy a la altura de hombres como Fernando Torres, Paolo Futre o Luis Aragonés. Conocido como "Kiko", pasó casi toda su carrera en el club colchonero, para el que registró diversos goles y celebró el inolvidable doblete de la temporada 1995\96.
Ha sido uno de los grandes delanteros españoles de los años noventa, quien dejó una huella memorable en los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, haciendo el gol decisivo que convirtió en campeona a la selección española.
Con el equipo absoluto también fue figura, aunque quizás sus números no sean del todo buenos. En pleno auge de su carrera, el ariete de indudable origen andaluz, participó en la Eurocopa de Inglaterra 96 y el Mundial de Francia 98.
- Pero fue un ídolo en Manzanares y para todo aquel gustoso por el fútbol (servidor entre ellos). No hizo falta que Kiko representase al club de nuestros amores para encariñarse de su forma de ser o de jugar. Kiko era un tipo para todos, un simpático y profesional de este deporte que ofreció un gran fútbol.
No fue un delantero muy goleador, pero su rol no solo era vivir del gol. Destacaba por muchas otras virtudes, como generar espacios o asociarse a los mejores compañeros de ataque para hacer daño en el área rival. Era un atacante con regate y poderoso remate aéreo, y cuando veía puerta, nos sorprendía con su arco imaginable, con el que disparaba flechas al corazón de sus fieles seguidores.
Su nombre completo es Francisco Miguel Narváez Machón y nació el 26 de abril de 1972 en Jerez de la Frontera (España). Siempre pretende estar vinculado al fútbol, pues suele tener apariciones televisivas, en espacios deportivos como colaborador o tertuliano, o bien como comentarista en algunas retransmisiones deportivas. En ellas sigue dejando su buen toque de humor andaluz, esa gracia y desparpajo con la que también actuaba a ras de césped.
En clubes como el Xerez y el C.D. Pueblo Nuevo, Kiko inicia su carrera en los años ochenta, cuando por entonces se desempeñaba como guardameta. En cuestión de pocos años, empezaría a ocupar posiciones de ataque.
Ingresó en la cantera del Cádiz C.F. A mediados de los ochenta, donde crecería hasta formar parte del filial directo, cuando ya era un grandísimo admirador de Mágico González, con quien llegaría a compartir vestuario.
Héctor Veira le daría sus primeras oportunidades para entrenar con el primer equipo gaditano, aunque sería Ramón Blanco quien le permitiría jugar sus primeros partidos en la Primera División española, debutando nada menos que contra el Athletic Club, en un partido como local que acabaría en derrota por 2-3.
Haría su primer tanto el 9 de junio de 1991, el que serviría para cerrar la temporada ganando al Zaragoza en el Ramón de Carranza (2-1). En los siguientes años confirmaría su puntería dejando 11 goles más para el Cádiz.
Tras el descenso del equipo a Segunda, el Atlético de Jesús Gil y Gil aprovecharía para hacerse con los servicios del talentoso delantero andaluz, quien se pondría a las órdenes de Jair Pereira y de otros tantos entrenadores que pasaron por el Vicente Calderón en aquella campaña 93\94.
Pero si hubo un entrenador con el que triunfó Kiko, ese fue Radomir Antic, quien le hizo formar una delantera letal junto al búlgaro Luboslav Penev. Narváez contribuiría con sus goles a que el Atleti ganase Liga y Copa en un mismo año.
Kiko fue rojiblanco durante ocho temporadas, haciendo para el equipo de sus amores un total de 48 goles en 225 partidos. Pasó de alcanzar éxitos a jugar en Segunda con el conjunto madrileño, justo en su último año.
Kiko fue campeón olímpico con la selección española en los JJ.OO. Barcelona 92. |
- Finalizada su larga estancia por Manzanares, Kiko Narváez se marcharía al Extremadura para completar la temporada 2001\02, la cual competiría en Segunda División para vivir otro agónico descenso.
Ya en 2002, y habiendo dejado su último gol como profesional, el jerezano se retiraría del fútbol a los 29 años de edad. Sus sobrinos, los gemelos Sergio y David Narváez, también siguieron sus pasos como futbolistas.
La carrera internacional de Kiko empieza fuerte, siendo protagonista de la final de los Juegos Olímpicos de Barcelona 92, marcando el decisivo tanto ante Polonia que haría que España conquistase el Oro (3-2). Sus números con el equipo absoluto fueron de 4 goles en 26 partidos, y concursó en la Euro de 1996 y el Mundial de Francia 98.
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