- Vamos con uno de esos futbolistas que jamás pasarán al olvido, aunque ese fuera el miedo de quien joven nos dejó un frío de diciembre de 2011, a los 57 años. Doctorado en Medicina, fue político, entrenador y, sobre todo, un gran futbolista.
A sí mismo se definía como un artista de este bello deporte, y eso que tenía nombre de filósofo. Sus hermanos también tenían nombres relacionados con otros pensadores como Sófocles y Sóstenes, y él era el único e inconfundible Sócrates Brasileiro Sampaio de Souza Vieira de Oliveira, "El Doctor".
Formó parte de una nueva generación del fútbol brasileño cuando el gran Pelé ya se retiraba. Quizás por ello nunca pudo estar cerca de la conquista de un Mundial, y eso que acudió a las citas de España 82 y México 86.
Sócrates como jugador del Flamengo. |
- Jugó para equipos como el Flamengo, Santos, Corinthians y Botafogo, así como tuvo sus breves experiencias en Europa jugando para la Fiorentina o el Garforth Town inglés. Para el último reapareció con casi cincuenta años de edad porque no asumía abandonar el deporte que tanto amaba y tanto le dio.
Para muchos será siempre inmortal y uno de los mejores futbolistas que se vio en el mundo del balompié, tan a la altura de Diego Armando Maradona, aunque con menos éxitos, claro. Inmortal o no, Sócrates nació el 19 de febrero de 1954 en Belém (Brasil).
Allá donde vino al mundo se crió, aunque en poco tiempo su familia se trasladaría a la preciosa São Paulo por motivos laborales. A Sócrates le introdujeron en el colegio Hermanos Maristas, donde aseguran que el crack brasileño tendría sus primeros contactos con el balón. Tal vez allí, y en la localidad de Ribeirão Preto, se pudieron ver los primeros destellos de un jugador que se convertiría en una estrella mundial. Le llamaban "Magrão", y es que su delgadez era casi extrema, aunque también le permitía tener una poderosa zancada difícil de detener. Sócrates era un centrocampista de carácter ofensivo, aguerrido, goleador, brillante pasador y con un don especial para crear espectáculo sobre el verde. Inconfundible era con sus pobladas barbas y esa cinta de pelo que a veces solía lucir.
Iba para médico y se doctoró en 1977, pero finalmente sería el fútbol lo que acapararía toda su atención. Daría sus primeros pasos con el Botafogo sin dar de lado aún sus estudios, pero ya en 1974 pasaría a tener nómina profesional.
Para el conjunto de Ribeirão Preto jugaría por espacio de cinco años, dejando constancia de su acierto de cara al gol y una calidad innata que le llevaría a disponer de varias ofertas. En 1978 se uniría al Corinthians.
Con uno de los clubes más poderosos de São Paulo, el espigado centrocampista conseguiría ganar varios títulos colectivos, así como adquirir una buenísima reputación que le permitiría ingresar en la selección brasileña, con la que pronto asumiría su primera Copa del Mundo por España.
Claro que obtendría varios éxitos con otros equipos, pero Sócrates estaba destinado a probar suerte en Europa y por ello se fue a Italia para jugar en la Fiorentina, donde estuvo a lo largo del curso 1984\85 haciendo unos números de 6 goles en 25 partidos.
Sócrates retornaría a su Brasil natal, y esta vez para fichar por un club de gran fama al que no llegó a pertenecer por mucho tiempo. Con el Flamengo solamente tendría 12 apariciones en las que dejó 3 tantos, pues es Río de Janeiro estuvo algo más de un año y después se marcharía a Vila Belmiro para recalar en el Santos.
Su carrera se volvería inestable y el de Belém parecía ser consciente de ello. Además de las decepciones que acumulaba con la "Canarinha", Sócrates atisbaba el fin de su carrera, la cual cesaría por mucho tiempo en Brasil.
Tuvo tiempo para retornar al Botafogo para decidir el final de su trayectoria en 1989. Un lustro después reaparecería como entrenador, aunque en esta faceta no duraría mucho, así que durante un tiempo se apartó del fútbol.
Sócrates participó con la "Canarinha" en dos ediciones de la Copa del Mundo. |
- Sorprendió a todos los gustosos por el fútbol al reaparecer vestido de corto en 2004, ya cerca de los cincuenta años. Sócrates jugaría para un modesto club de Inglaterra, un Garforth Town de la novena división británica con el que poco jugaría.
Le dio a la política y se negó a olvidar el deporte, aunque sus problemas con el alcohol acabarían destrozándole la vida, incluso hasta el punto de acabar con la misma un 4 de diciembre de 2011, en la São Paulo que le vio crecer.
No ganó nada con Brasil, pero eso es algo de lo que tampoco puede presumir un crack actual como Lionel Messi. Participó en dos Copas del Mundo y en los Mundiales de España 82 y México 86, pero se fue de vacío. Con la selección brasileña jugó 60 partidos e hizo 22 goles.
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